References
Manejo de heridas traumáticas de difícil cicatrización con colgajos microvasculares
Abstract
Sinopsis
Objetivo:
El objetivo de este estudio fue presentar diferentes opciones de manejo de heridas de difícil cicatrización utilizando colgajos libres microvasculares.
Método:
Se llevó a cabo una revisión retrospectiva de todos los pacientes con heridas traumáticas de difícil cicatrización, a quienes se les realizó reconstrucción con colgajo libre. Se analizaron datos demográficos, etiología de la herida, diagnóstico, tratamiento previo de la herida, tipo de colgajo utilizado, dimensiones del defecto y del colgajo, vasos receptores, complicaciones, y seguimiento.
Resultados:
En total, 20 pacientes fueron sometidos a reconstrucciones con colgajos libres. La edad promedio fue de 39,5 años. Se realizaron 20 colgajos libres, entre ellos: 3 de piernas cruzadas, 1 de piernas cruzadas con puente vascular, 2 osteocutáneos de peroné, 6 fasciocutáneos anterolateral del muslo, 3 perforantes de la arteria toracodorsal, 3 miocutáneos dorsal ancho, y 2 fasciocutáneos de la perforante de la arteria femoral profunda. Un paciente requirió revisión de anastomosis microvascular debido a un hematoma. El resto de los pacientes no presentó intercurrencias en el postoperatorio. Respecto al tratamiento previo, 12 pacientes recibieron terapia de presión negativa, mientras que 8 tuvieron desbridamientos quirúrgicos con subsecuente aplicación de hidrogel con plata iónica.
Conclusión:
Las heridas de difícil cicatrización no tienen una buena respuesta al tratamiento convencional con curaciones, injertos o colgajos locales, sino que requieren la transferencia de tejidos similares a los que se han perdido. Las técnicas microvasculares pueden ser una alternativa.
Las heridas complejas o de difícil cicatrización son lesiones agudas o crónicas que se caracterizan por presentar una pérdida extensa de los tegumentos y afectación de la viabilidad de tejidos superficiales que conlleva a la exposición de estructuras nobles como hueso, tendones y vasos. La infección de tejidos también puede estar presente. Actualmente, se puede incluir en la definición de heridas de difícil cicatrización a las lesiones extensas en pacientes con patologías sistémicas o con terapias inmunosupresoras que afectan la vascularidad o el proceso de cicatrización de heridas.1
Hoy, existe un abanico de posibilidades para la curación avanzada de heridas que incluye apósitos, desbridantes enzimáticos, y dispositivos, como la terapia de presión negativa (TPN), que estimulan la granulación y contracción de heridas, disminuyen la carga bacteriana, reducen el tiempo y número de curaciones, y aminoran el dolor del paciente.2,3 Estos avances han optimizado la curación de heridas, sin embargo, en las heridas de difícil cicatrización, no es suficiente cubrir el tejido de granulación con un injerto de piel. Por el contrario, una cobertura inadecuada puede generar complicaciones, como un lecho inestable con tendencia a ulcerarse por el roce, osteomielitis, y afectar la funcionalidad del tejido.4
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